jueves, 17 de febrero de 2011

Maratón de Sevilla 13 de Febrero de 2011

Llevo varios ratos, días pensando de que forma comenzar hacer la crónica del maratón y no termino de arrancarme porque no se de donde partir. No sé si comenzar desde que suena el disparo, si mejor desde el sábado que llegamos a Sevilla y claro, hay que partir de algún punto. Creo que éste maratón comenzó en Valencia, hace ahora poco más de un año, pero no, tranquilos no voy a contar todo lo que ha acontecido desde entonces, pero casi jajaja.
Atarsus los machos.

El maratón de Valencia 2010 me dejo un sabor amargo, ya no solo por el crono, no me gustaron las sensaciones del final de la carrera y eso había que intentar mejorar. No quería tener en mi retina como recuerdo del maratón aquel sufrimiento, aquel pensamiento negativo. No.

Después de Valencia, al principio me decía que no volvería a pasar por aquel calvario, maratón no y esas cosas que decimos, pero mi orgullo me hacía pensar a lo lejos en Sevilla, en sacar la espinita, las cuatro horas, y ese rumrun ha estado ahí todo el año.

En Junio un tropiezo en forma de esquince de grado 2, me tiene un par de meses parado, con escayola y muletas. Bueno, no hay mal que por bien no venga. Descanso de correr y recargar pilas, pero claro, a la inactividad forzada por el esguince se le une el caluroso verano, con lo cual, el tiempo pasa y en mi coco sigue el martilleo de empezar a entrenar un poco en serio de cara a Sevilla.

Después de unos cinco años en este mundillo, decido preparar yo solo un plan de vuelo. No es que entienda mucho, pero solo de ver por aquí y por allí algo se queda. Pregunte a unos y otros, copié de amigos y conocidos. Tengo que reconocer que me lo he pasado muy bien preparándolo, estudiándolo, releyendo, modificando. Era mi plan, el mío a mi gusto. Aunque es fundamental el asesoramiento de los más entendidos, a mi nivel creo que el mejor entrador es uno mismo.

Pasa el verano y tenemos un plan, un objetivo, una ruta de viaje. Llega Septiembre y hay que empezar a entrenar más o menos en serio. Septiembre, Octubre, Noviembre, cuatro días a la semana, un día de gim, los domingos tirada larga, bien, vamos por el camino trazado, tan solo modificado por circunstancias especiales, o pequeñas molestias, pero va saliendo la hoja de ruta. Diciembre, las navidades el turrón. A pesar de ser malas fechas, me encuentro pletórico, creo que salen los mejores entrenos. Las quedadas con los paquetes son gloriosas, sin ellos, sin su compañía no entendería este mundillo, siempre en compañía, ni un kilómetro solo los Domingos, para que luego digan que este es un deporte solitario.

Enero se me hace más duro, empiezo a encontrarme cansado, las molestias se acentúan, la espalda se queja más de la cuenta, ya son cinco uñas negras, que a penas me da tiempo a recuperar de una salida a otra, agua y sal para pies, masajes en la espalda, son las semanas de más carga de kilómetros y a días se hace muy pesado, no solo física, también mentalmente. Pienso que se me ha ido la mano en cuanto a semanas, meses de preparación, pero no hay vuelta atrás, febrero está ahí esperando, Sevilla y su maratón aguardan y los días pasan rápidamente, inexorables, clok clok clok.

Por fin llega Febrero, el final de la preparación, dos semanas de bajada de kilómetros, descanso. Dos semanas para recuperar los pies, la espalda, para descargar los gemelos duros como piedras. Dos semanas de mimos, de contarlo, de saborear que vamos a estar en la línea de salida, de comer con cabeza, de beber muchos líquidos, hidratación. Me encantan esas dos semanas. Los nervios empiezan aparecer, sensación de que te estás cogiendo la gripe a cada estornudo, tensión, ilusión, alegría.

A toro pasado, si volviera a prepararla, quitaría del plan mes y medio más o menos, creo que me ha sobrado, pero a pesar de todo, el descanso de las dos últimas semanas hacen su efecto y me encuentro bien, mejor preparado que en Valencia, con más kilómetros, mejores ritmos, he mejorado las marcas en el diez mil y la media maratón y eso me da moral. Estoy deseando volar a Sevilla y que nos suelten, que alegría más grande que nervios que cosas.

Este viaje lo hemos preparado con mucho mimo, Sevilla te atrae, te llama, te cautiva. Tenía en mi retina momentos de viajes anteriores y mucha ilusión por volver. Rafa, el mejor cicerone del mundo, me había ayudado con la comida del pescaito, y nosotros soñado con los paseos a la orilla del Guadalquivir.

Una gran representación paquetil nos acompaña, cada uno con sus pretensiones, cada cual con sus sueños, todos un poco locos, alguno lesionado y sin poder correr, pero todos ilusionados por pasar un buen fin de semana.

Nosotros llegamos a Sevilla el sábado por la mañana, después de un estupendo vuelo y acompañado de Pedro (canillas). Poco después de las 10 estamos en el hotel y vamos viendo paquetes por todas las esquinas, Sandp, Pardi y familias son los primeros, y comienza la ruta, justo lo que no se debe hacer, andar y andar. La mañana es agradable y apetece el paseo. Pero el hotel está lejos del centro de la ciudad y una cosa es pasear y otra hacerse 10, 12 km andando. Un crack. Bueno, no importa, quizá sea bueno activar las patas. Saludos a los Velayos a los pies de la Catedral, cervecita y vuelta andarina a recoger el dorsal en el estadio. Otro rato de espera y a la comida de la pasta, que de la misma forma que la recogida de dorsal se puede mejorar la organización. Pasamos un rato muy agradable comiendo, ¡ que hambre ¡ y vuelta al estadio a por la bolsa del corredor, que panzá andar chacho.

A lo lejos, unas veces a través de la red y otras de nuestros pensamientos internos, nos llegan los ánimos, la fuerza, el hermanamiento del resto de los paquetes que no han podido venir. Comentamos en alto post emotivos como el de Nibble y otras, ya en carrera de frases unas veces de coraje, otras de cariño para hacerte dar un poco más.

Empiezo a notarme tenso, nervioso más de lo normal, el cansancio me preocupa, solo quiero descansar un rato en el hotel antes de la cena, por fín llegamos al hotel sobre las seis de la tarde, me tumbo en la cama y veo como palma el atleti, intento dormir pero imposible, la tensión me invade, hago ejercicios de relajación, pero esta vez cero patatero. Bueno, al menos estoy tumbado y descanso un rato. Ducha reponedora y a cenar. Lola llega de su ruta turística con el resto de la expedición paquetil y todos a la mesa.

La cena del hotel, no me gusta mucho, me parece un poquito de tikimini, mucha mariconadita y platos pequeños, pero con la compañía y emociones del momento suplementan cualquier fallo. Me siento con Nacho y comentamos el plan, le veo relativamente tranquilo, pero con el gusanillo también en el body, mola. Ensalada variada, macarrones, arroz, pollo, pescado, patata, verduras, arroz con leche y un colacao, esa es mi cena maratoniana, agua y vino, luego un kiwi que no es lo mismo que un Wiki …. ya en la habitación. Y a la piltra, que es distinto que a dormir. No pegue ojo. Ya lo intuía de otras ocasiones, me atenazan los nervios, no puedo dormir, es un efecto rebote, a más intento de relax, más tensión, que mal rollo. Bueno, ya contaba con ello. Estoy toda la noche en un duerme vela, no me gusta esa sensación, intento controlarla pero es imposible, pasan las horas y por fin arriba, llego el gran día.

Desayuno en el hotel y comienza el ritual maratoniano, supongo que algo parecido a los toreros, todos los bártulos preparados, pero necesito mucho tiempo para acoplarlos. Sobre todo los pies, tubos de silicona, almohadillas, vaselina, todo en su justa medida los calcetines ni una arruga, el chip, los cordones con la presión necesaria….al final después de mucho pensar, decido salir con la camiseta paquetil sola, sin nada debajo, parece que el día acompañará, pantalón ajustado, todo listo.

Un detalle muy importante para mí, la hidratación. Los días previos intenté beber mucho agua, mucho líquido, bien hidratado alguna cerveza incluso. Durante la noche bebo algo de agua, pero a partir de las 6,30 que me levanté, dejo de hacerlo, bebo un pequeño baso, un zumo y el café del desayuno. En las otras maratones, bebía hasta el momento casi de salir, y claro, así me pasó que en San Sebastian paré cinco o seis veces y en Valencia también me meaba hasta corriendo. Aquí además de beber menos, en las dos horas antes de la salida, pude vaciar bien la vejiga y no necesité parar en carrera, con el incordio que supone.

Se va acercando el momento, los nervios a flor de piel, quedamos en la recepción del hotel todos los paquetes para ir juntos al estadio, fotos, caras de sueño, ilusión en ellas.

La mañana amanece ideal para correr, cielo cubierto y ocho o diez grados. Me despido de mi gran Lola en la puerta del estadio y entramos los corredores. Los corredores y pardi, a pesar de estár lesionado nos acompaña hasta la pista de salida, para hacer alguna foto y darnos un abrazo y mucho ánimo. Gracias Jorge.

Nos despedimos del resto de paquetes y cada cual a sus puestos, nos colocamos Sandp, Sylvestre y yo juntos, creo que relativamente bien.y….. ¡ PUUUNNN ¡ A correr.

El estadio es bonito por dentro, pero salir por un vomitorio en rampa de tres o cuatro metros de ancho casi cinco mil personas se hace difícil y se producen los primeros atascos, a pesar de ello, la salida de un maratón siempre es emocionante, la serpiente multicolor en movimiento impresiona.

El primer kilómetro con los atascos se nos va a casi 6’30’’, pero pronto las anchas avenidas nos van poniendo a cada uno en nuestro sitio y poco a poco vamos cogiendo nuestro ritmo de crucero, 5’35’’, lo hacemos de forma progresiva, sin calentones, Nacho va cantando el ritmo medio por kilómetro y yo, la media general, Sandp, es nuestro escudero, formamos buen equipo.

Los kilómetros van pasando con buenas sensaciones, Lola nos anima en varios puntos en los primeros 10- 12 kilómetros y las mujeres de los paquetillos también desde la puerta del hotel, como se agradecen los ánimos. Los kilómetros van pasando, todos más o menos en el tiempo que tenemos previsto, y mi garmin me marca durante todo el tiempo un ritmo medio de 5,34- 5,35. Como un longines, clok clok clok. Me encuentro bien, el pulso controlado entre 150- 160 latidos, y aunque el paso de los kilómetros se va notando, intento darme ánimos y pensar que hoy puede ser el día, Suéñalo y así será. A por ello. Pin pan, toma lacasitos. Bebo un poquito de agua en cada avituallamiento, y en alguno un poco de acuarios, o un trozo de naranja natural, ¡ Que buena ¡ Se nos une un amigo del foro Arganzboy, y el paseo por Sevilla se hace a ratos muy agradable. En algunos sitios, los sevillanos animan con fuerza y esa gracia característica, mola. En el 15, nos espera la familia de Nacho y tomamos medio plátano, todo en orden, aunque pronto Nacho me dice que está notando una ampolla. Yo llevo la espalda con molestias, pero lo puedo aguantar, le animo y seguimos en ritmo y tiempo, pasamos la media en 1h58’37’’, un minuto más lento de lo que teníamos previsto, pero no le doy importancia. Me encuentro bien, hay que seguir así. Noto sensación de flato en lado izdo, un par de veces, pero apretándome una miaja con la mano. Intento no pensar en ello y efectivamente, se pasa. Apareció un par de veces, pero se pasó, bien.

En el 25, se unen a la carrera Pedro (canillas) y Angel trotón. Aún lesionados, han decidido viajar a Sevilla para pasar el fin de semana con nosotros y además acompañarnos en la parte final de la carrera. Gracias amigos. Un lujo teneros ahí al lado en todo momento. A partir de ahí no teníamos que preocuparnos de los avituallamientos, siempre una botellita de agua a nuestra disposición, con la ventaja que eso supone, además de los ánimos continuos y ver que no estás solo. Yo sigo mirando mi garmin, y el ritmo medio sigue en 5,35’’, bien, Nacho va con Angel y le veo también en ritmo, hasta que de repente veo a su padre hacerle fotos, creo recordar que allá por el 31, todo en orden, empieza la maratón, pero estamos enteros, vivos. Eso pensaba yo, Nacho y su ampolla, le iban minando y haciéndole pisar mal. De pronto no le veo a nuestro lado y pregunto a Canillas, pero me dice que viene a unos metros, que tranquilo, que seguimos a nuestro ritmo, Sandp nos acompaña, pero allá por el 32,-33 empieza con calambres y tiene que parar a estirar. Me sabe mal no ver a Nacho, no poder saber de el, después de tantos kilómetros juntos, le comento a cani que si aflojamos un poco para cogerle, pero me miente diciendo que no, que viene ahí, luego me confesaría que se fue quedando y que no estaba tan cerca. Por un lado me dio coraje, pero reconozco que gracias a su estrategia y ayuda llegue en tiempo, tampoco me sobraba mucho a mí. Pasé el 32 en 3 horas justas, eso me dio moral, recordando que en Valencia pasé también así, pero esta vez me encontraba más entero, mi garmin seguía en tiempo y aunque sabía que había que apretar los machos, podía conseguirlo. Pin, pan, pin pan, mantener, solo mantener, no aflojar, hasta aquel semáforo, hasta aquella palmera, un poquito más. Canillas no solo me anima a mí, anima al público y estos contestan con aplausos, que me los quedo todos, como se agradecen, empiezo a pensar en el 35, ahí esta mi gran Lola, será un buen empujón, a por ello, a lo lejos en una pequeña subida la veo agitando los brazos y dando gritos de ánimo, ¡ que subidón ¡ Se hizo más kilómetros que yo de un lado para otro, más pensamientos positivos, recuerdos íntimos, me acuerdo de la frase de zerolito y el bicho cuando decían que el estado natural del hombre es la carrera, que hemos entrenado para ello y podemos, de los amigos del foro, del mamonazo del loco, del madikita del yoku, de este, de aquel, de todos…..un poco más, hasta aquella curva, mantener, mantener. Tu puedes, tu puedes. Imaginaba la entrada en el estadio, el crono por debajo de las cuatro horas, sueña con ello y lucha, lo tendrás. En el 37 el gran pardi, otro crack dando ánimos, cuando daría el por estar vestido de corto, lo pienso y me animo, las fuerzas flaquean, veo que el ritmo cae, pero la media solo se me ha ido a 5,36’’, pero es peligroso, cuando empiezas a caer pufffff, caen y caen, hay que mantener, cani me anima que tenemos más amigos y paquetes en el puente de la barqueta, allí está Angie y familia, otro empujoncillo, cruzamos el río y entramos en la isla, parece que queda menos, el desfile de cadáveres empieza a tomar presencia, cada vez veo más corredores andando, desfallecidos, a por aquel, a por este, un poco más, esta parte última de la carrera supongo que será por la falta de fuerza, pero me da la sensación que vamos subiendo un poquito, por fín llegamos al Hotel, allí los ánimos de las familias paquetiles, un esfuerzo más, miro el crono y veo que he perdido otro segundo de media, puffff, que justito voy, cani me dice que podemos, que estamos en tiempo, pero yo calculo y veo que voy con el gancho y lo justo, aprieto los dientes e intento mantener tirando del coraje que me queda. Del cuarenta al cuarenta y uno se me hace eterno, larguísimo, habíamos visto el estadio hace tiempo, pero una vuelta rara, nos hace despegarnos del estadio y ese kilómetro parece que no pasa nunca. Por fin el 41, esto casi lo tengo, miro el crono y no me sobra nada, entramos en la recta con vallas que conduce al estadio, ahí intento disfrutar de los aplausos, del público, de las caras de admiración de la gente, me empapo con ellos, me siento maratoniano, aprieto los puños y disfruto sufriendo, un poco más, a por ello.

Veo antes de entrar al estadio a Rafa que me grita con ánimos, le correspondo con una mirada sin fuerza, pero llena de agradecimiento, como el grito desde arriba del vomitorio de entrada al estadio que veo a Mayayo Malaika y Aspen que también me gritan, Uuuaaaaooooo, que subidón, gasias amigos, esos metros finales, bien valen tanto esfuerzo. El túnel oscuro de entrada aún siendo cuesta abajo, se me hace largo, eterno, al final veo la luz del estadio grande inmenso y me veo pisando el tartán, no recuerdo en que momento, pero miro el crono y veo un 58, puffff, hay que apretar, me coloco por la parte externa de la pista y a bufar, ahora sí, un último esfuerzo, la megafonía a tope, el estadio para mí, a correr, no se de donde, pero salen fuerzas para pasar a muchos corredores, el último doscientos y la recta de meta, miro la grada y ahí veo a mi gran Lola de nuevo animosa, gritando, y recuerdo sus ánimos y sus palabras de aliento. TU PUEDES. Llegué. Pude. Paro el crono en 3h59’18’’, como un longines… clok clok clok.

Me abrazo a Pedro y le agradezco su generosidad y compañía, sin el sin duda no lo hubiera conseguido. Encuentro poco a poco con los paquetillos, que vamos llegando y abrazándonos entre lágrimas y emocionantes recuerdos. Me tiemblan las piernas, a penas puedo andar, pero disfruto mucho de esos instantes, de esas miradas, de esos amigos que gracias a ellos, sin duda, no estaría ahí, disfrutando sufriendo, haciendo cosas, viviendo.


Mil gracias a mi gran Lola, por…….. todo y a la familia paquetil por………todo también, que ya toy cansado de tanto escribir. Ala.

Se os quiere.

CON LA MANO BAJA

Para algún aficionado habrá sido una faena de aliño, sin arriesgar, utilizando el pico y recibiendo al morlaco fuera de cacho. Para otros, la faena del año, arriesgando en cada pase, metiendo la cintura y corriendo la mano por debajo con temple y maestría. El mundo taurino es como todos los mundos… subjetivo, cada aficionado una opinión, cada españolito un entrenador.

Para éste torerillo de pueblo (el niño San Agus) la faena era importante, había metido mucho toreo de salón, sin descuidar el físico, con kilómetros y kilómetros de entrenamiento por el campo. Para mi ha sido un faena importante, tampoco para salir a hombros, pero si con la cabeza bien alta, mirando al tendido y recibiendo el aplauso del respetable. Satisfecho. Sin temeridades, sin jugarme la vida ante los astifinos pitones del cárdeno que me miraba con fijeza .Entendiendo su embestida, cada vez más conocedor de sus intenciones y toreándolo desde el hocico hasta el rabo. A ratos toreando muy suelto, casi sin esfuerzo, a mitad de la faena con más temple y algún arrimón al final. Disfrutando del peligro, de cada paso, de cada gesto, de la afición. Si yo fuera el presidente, tal vez no hubiera concedido grandes trofeos de orejas y rabos, pero si, una vuelta al ruedo de reconocimiento por el esfuerzo trabajo y dedicación. Este torerillo ha disfrutado y ha intentado hacerlo pasar bien al respetable. Tengo que reconocer que me acompaño la suerte, sin ella, por buena faena que prepares y sueñes, puedes tener una cogida y llegar la tragedia, como le paso a mi compañero de terna, (el gatito culé) a pesar de llevar la temporada mejor preparada que nadie y tener temple y maestría, en el segundo tercio se le cruzó su carinegro astifino empitonándole con una cornada que le dejó mal herido, pero éste si que es un torero, se levantó sin mirarse y continuo la faena, bregando, sufriendo, arriesgando su vida y matando a su enemigo con una estocada hasta la bola. Pasó por la enfermería, pero ya se recupera y pronto volverá a los ruedos. El tercer espada (Darth Vader) en los carteles. Este fue el triunfador de la tarde, sin ninguna duda. Se marco una faena de coraje, de principio a fin, con el toro más difícil, desparramando la vista y haciendo extraños, negro zaino, pero éste torero con fama de recibir los tres avisos en otras plazas, aquí no, aquí se fajo, puso los pies en la arena y no dudó ni un momento que ganaría la batalla al bicho, y así fue, poco a poco le fue ganando terreno y terminó la faena con una estocada hasta la bola, dejando a la incrédula afición boquiabierta, y llenando la plaza de agitados pañuelos blancos. ¡ TORERO, TORERO ¡

La cuadrilla el arte que nos acompañó, cumplió con creces, (el mecánico de Mostoles) también recibió un revolcón, pero se rehizo y cumplió en la brega, pudiendo disfrutar en la suerte de varas y aunque pinchó con la espada, se desquitó con la puntilla. Los banderilleros que nos acompañaron más conocidos como (Pedrito de fotocho) y ( El Arquitecto despistao) ambos muy profesionales, recogiendo la montera a los maestros en las vueltas al ruedo, dándoles de beber con la bota, cumplidores en banderillas y bregando con el capote. Bien.

No puedo olvidarme de mi moza de espadas,(LGL) también conocida en el mundo taurino por (MDR) siempre metida en faena, con vasito de plata en la mano y toalla al cuello. Muy concentrada.Pasando los trastos en el momento adecuado, animando, aconsejando y dirigiendo no solo mi faena o la de mis compañeros de terna, incluso a parte del público. Lo suyo es dirigir está claro, que se merece esta faena. Va por ti compañera.



Ilusionados saludos.
FOTOS:

12 comentarios:

Jorge Gómez dijo...

Grande y astifino es el Morlaco.
“Maratón” es su terrible nombre.
Ante él tiembla el niño y el hombre.
Ay Virgencita, menudo bicharraco.

Al alba arenga el torero a su cuadrilla.
El estadio se abre, como azahares en flor,
Para recibir a los atletas, Fuerza y Honor:
“Paquetillos, nos vamos a comer Sevilla”

Con los quilómetros y el cansancio se faja.
Ahora, templar y cuando toca, mandar;
Pero nunca hacia atrás, siempre avanzar.
Y siempre, siempre, con la mano baja.

La enorme distancia su peaje se cobra.
¡Causa espanto tan largo camino!
Pero el torero está fuerte y fino,
Y si falla la fuerza, hay corazón de sobra.

Llega la meta, y la emoción, como una ola.
El corazón roto en lágrimas, y en abrazos;
Pero ahí está, para recoger sus pedazos,
La Lola, su niña Lola, ay Lola, Lolita, Lola.

Cuatro horas, casi cuatro, de danza.
¿Faena de aliño? No me hagas reír.
Que ha sido Faena grande, para salir,
Llevado a hombros, de la Maestranza.

Con todo mi cariño. Te lo mereces. Os lo merecéis.

Buena carrera, campeón ;-)

Jorge.

Amig@mi@ dijo...

Mare mía Lander, si es todo un libro.
NO me extraña que te duela la mano, los dedos y hasta el teclado.
Me alegro de tu alegría y de que todo saliera bien.
A ver si alguna vez hay algo por aquí... Seré la primera en animar.
Un besote

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Eres mi heroe, amigo. Enhorabuena y un enoooorme abrazo.

En Abril me voy a Malaga; a por la media.

Ahora a descansar.Un abrazo enorme, repito.

Canillas dijo...

Como le digo a mis hijas, una mentirijilla que no haga daño a nadie y, si encima, beneficia en algo, alguna vez se puede hacer, pero que no sea una costumbre.

En ese momento vi que era lo mejor que te podía decir, estabas muy fuerte de patas y no podías caerte emocionalmente, así que palante.

El maratón te lo has currado como nunca, has hecho una preparación dpm y lo único que necesitabas ese día es que no tuvieras mala suerte, y así fue.

Somos una familia y para eso estamos.

UN ABRAZO,
Pedro

Jordan dijo...

Que puedo decir despues del comentario-poesia del gran Pardi, no sé, bueno, que eres MUY GRANDE y te lo mereces por buena gente.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Leandro, no sabes la alegría que me dio verte llegar con la emoción de haberlo conseguido. Ahora tu sufrimiento del final de Valencia no es más que parte del camino. Un faenón, torero. Gracias por hacerlo nuestro. Uros.

Carlos dijo...

¡Qué mamón el Pardi!, qué bien escribe el jodío. Me siento incapaz de añadir nada más. Solo:

Cuanto me alegro amigo mío...

Un abrazote. ;-)

Jose CdC dijo...

¡Cuánto me alegro de lo que estarás disfrutando! A nadie nos cabe la menor duda de que te lo merecías.
Sólo siento el vacío existencial que tendrás ahora. Creo que después de bajar de 4 horas en el maratón ya no queda nada por hacer.

Grimo runner dijo...

Tu triunfo es mi triunfo, grande Lander. Enhorabuena campeón.

Santi Palillo dijo...

Enhorabuena Lander, el maratón sevillano te lo has currado a base de bien y aunque eso no garantice éxito al final has tenido el debido reconocimiento.

He corrido esta tarde con Canillas y me ha contado la experiencia, la próxima tienes que conseguir dormir de un tirón, me se un truco pero no puedo decirlo aquí.

Un abrazo y nos vemos este domingo, espero poder correr con vosotros por la CdC y felicitarte en persona.

Mildolores dijo...

Lo peor de todo es ver palmar al atleti el dia antes. No sé como pudiste al dia siguiente...

Enhorabuena monstruo. ¡Un tiempón!
Ahora eres sub 4h. Eso no es cualquier cosa, no.
Mi más sincera enhorabuena.

Barney dijo...

¡Felicidades por vivir tan bien la esencia del maratón! Me emocionado con el final y todas esas cosas que se le pasan a uno por la cabeza para no parar las piernas. Un abrazo