Llega el calor y parece que nos deshacemos como un azucarillo en el café. …Pufff que caló… nos quedamos más blanditos y salvo que busquemos horarios alternativos, correr se hace más complicado.
No me gusta parar del todo, tengo la sensación que perdería la poca forma que tengo, y aunque bajo más el ritmo (mira que es difícil) si normalmente salgo un día sí y otro no, pues ahora igual salgo uno sí y dos no, sin ningún problema, la cuestión es pasar el verano sin perder todo y seguir disfrutando de los rodajes que tanto me gustan.
Pero….
Ayer salió uno de esos que molan.:
Llegue a casa con los últimos rallos de sol escondiéndose detrás de la sierra. Durante el día una avería en el suministro de agua nos privó del preciado liquido, ese que calló en forma de tormenta durante la tarde como compensación de la avería. El ambiente húmedo y la temperatura unos grados por debajo de lo habitual invitaban al movimiento. Dicho y hecho. Calzo las zapas y a rodar…que alegría más grande. Como sabía que no haría un rodaje largo salí con alegría, tampoco a 4 el km jijijji, pero de eso que notas que subes los pies un poco más, que llevas los hombros un poquito más altos, que los brazos se separan del cuerpo. Mola. La lluvia dejó el típico olor a tierra mojada tan agradable y esa combinación de sensaciones el olor,, la luz terminando de esconderse y mi cuerpo que por la gran humedad empezó a sudar rápidamente hicieron uno de esos rodajes que hacen afición.
Bajo la ducha, aún sientes el corazón que late a un ritmo rápido, la piel caliente, sudorosa por el esfuerzo se siente aliviada por el agua que poco a poco va bajando de temperatura hasta que ese contraste frío calor, hace sentirte vivo… ummmmm. Mola.
Ilusionados saludos.
6 comentarios:
Y acabaste pasando un número más del maratón del post anterior ¿¿no??
Lo describes tan lindo que dan ganas de probar...
Me refiero al correr, no a lo otro ;)
Tienes el Email con la explicacion que me has pedido.
Suerte!
La verdad es que cuando se juntan todos elementos para hacer que un rodaje sea perfecto el subidón es de órdago. A ver si mañana tengo suerte yo.
Es tal cual lo dices...se baja el ritmo, pero se mantiene la forma (la mucha o poca forma)...el secreto está en el madrugao, ya lo he dicho...pero eso sí, si te sale un día como ese, entonces vale la pena...
besitos.
Este verano, al atardecer hay unos cielos en Madrid que son para quitarse el sombrero y si a eso le sumamos el olor a tierra mojada que es uno de los mayores placeres de la naturaleza el éxito de la carrera está garantizado.
Yo sin embargo tiendo a correr más fuerte en verano, debe ser por eso de la poca ropa y porque suelo tener más tiempo.
Abrazos, Germán.
Lander, por faaaa... arreglalo pronto que me hace sentir ¡¡¡culpable!!!
gasias amig@s por los comentarios...
Un beso grande..
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