 Hoy empieza el otoño, me gusta ésta estación. Vuelve esa rutina que, después del locuelo verano ya echaba de menos. Olor a tiza,  zapatos nuevos la rebequita. Esos cielos grises, baja la temperatura y trotar se convierte en un auténtico placer. Lluvia  tierra mojada, humedad. Es el momento de envolver en tonos ocres los objetivos e ilusiones de la nueva temporada.
 Hoy empieza el otoño, me gusta ésta estación. Vuelve esa rutina que, después del locuelo verano ya echaba de menos. Olor a tiza,  zapatos nuevos la rebequita. Esos cielos grises, baja la temperatura y trotar se convierte en un auténtico placer. Lluvia  tierra mojada, humedad. Es el momento de envolver en tonos ocres los objetivos e ilusiones de la nueva temporada.Es necesario un objetivo, sin el, me cuesta mucho poner en marcha la maquinaria. Para ésta temporada, será el maratón de Sevilla. Aún queda mucho será el día 13 de Febrero del próximo año pero éste es el objetivo principal a largo plazo, sin olvidarnos del camino. Estos meses de camino serán lo más importante para llegar en las mejores condiciones al mes de Febrero.
En principio el objetivo es terminarlo. Intentaré no obsesionarme con los tiempos. La mala experiencia con el crono en Valencia el año pasado me recuerda que por ahí no van los tiros. Mi amigo Paco (Malagueta), se ha ofrecido como siempre para prepararme un plan de entrenamiento, pero ésta vez no quiero plan establecido. Se lo agradezco mucho, pero quiero quitar presión. Tener un entrenador por muy amigo que sea, implica cierto compromiso y me gustaría quitar importancia al evento. Aún sabiendo que hay que prepararlo y hacer kilómetros, ésta vez lo intentaré hacer de forma diferente, más a mi aire, copiando de aquí y de allá, si tengo que hacer alguna consulta, la haré y dependiendo de cómo se desarrollen los entrenamientos y las carreras en las que participe así saldré el día del maratón. Intentaré luchar contra el enanito malo,¿o quizá sea el bueno?...vete tu a saber…ése que me pincha para que baje de las cuatro horas..lucharé, pero de la misma forma que por hacer un número de kilómetros suficientes, esa lucha tibia que hay que ofrecer a las cosas menores como ésta. Intentaré ir un día al gimnasio para fortalecer una miaja, y ya sueño con los rodajes domingueros en la casa de campo o el retiro. Intentaré hacer tres rodajes: uno largo un regenerativo y uno medio, un día de pista y otro de gim. A cinco meses aproximadamente del evento, ésta es la idea. Iré apuntando por aquí las salidas, kilómetros o carreras a modo de resumen que luego siempre me gusta tener archivado y también me servirá como fuente de motivación.
Comienza el curso, intentaré hacer las tareas día a día, los malos estudiantes es lo que tenemos, si queremos aprobar será a fuerza de constancia prudencia y ese punto de ilusión tan renovado como éste otoño que hoy empieza....

 
 


 Celebrábamos la vigésima edición de la cuesta del tirón, una carrera que ha ido tomando cuerpo año tras año convirtiéndose en un clásico de los pueblos de la zona norte. Es dura, o la hacemos dura, porque como siempre digo, las carreras las hacemos nosotros lo duras que queremos en función de lo que queramos apretar.
Celebrábamos la vigésima edición de la cuesta del tirón, una carrera que ha ido tomando cuerpo año tras año convirtiéndose en un clásico de los pueblos de la zona norte. Es dura, o la hacemos dura, porque como siempre digo, las carreras las hacemos nosotros lo duras que queremos en función de lo que queramos apretar. Estamos empezando el curso, además el domingo pasado me dio un pinchacillo en el abductor y el fisioterapeuta me recomendó estar toda la semana sin salir, quería acompañar a Esteban, con lo cual no tenía ganas de sufrir. A rodar, a trotar con los amigos. Y así fue, de principio a fin de charleta con unos y con otros. La carrera es durita y el amigo Esteban aguanto a su ritmo pin pam toma lacasitos sin desfallecer, lentos pero seguros. La llegada fue bonita, un buen grupito de paquetes y la chikillería escoltando al guerrero y entrando triunfal en la recta de meta vitoreado por el numeroso público que llenaba la tribuna. Emocionante, moló.
Estamos empezando el curso, además el domingo pasado me dio un pinchacillo en el abductor y el fisioterapeuta me recomendó estar toda la semana sin salir, quería acompañar a Esteban, con lo cual no tenía ganas de sufrir. A rodar, a trotar con los amigos. Y así fue, de principio a fin de charleta con unos y con otros. La carrera es durita y el amigo Esteban aguanto a su ritmo pin pam toma lacasitos sin desfallecer, lentos pero seguros. La llegada fue bonita, un buen grupito de paquetes y la chikillería escoltando al guerrero y entrando triunfal en la recta de meta vitoreado por el numeroso público que llenaba la tribuna. Emocionante, moló. Duchita reponedora y al lio. Hacía tiempo que no nos juntábamos tanto paquete y claro, siempre hay ganas de tomar una cerveza entre risas y chanzas, comentar el pódium del amigo Carlos micra (tercero de su categoría) o Sofía la hija de Esteban que ganó su carrera. Es el momento de hacer real nuestra relación virtual, de mirarnos a la cara y sonreír entre ilusiones objetivos y roncitos. Comimos una carne de buey muy rica.
Duchita reponedora y al lio. Hacía tiempo que no nos juntábamos tanto paquete y claro, siempre hay ganas de tomar una cerveza entre risas y chanzas, comentar el pódium del amigo Carlos micra (tercero de su categoría) o Sofía la hija de Esteban que ganó su carrera. Es el momento de hacer real nuestra relación virtual, de mirarnos a la cara y sonreír entre ilusiones objetivos y roncitos. Comimos una carne de buey muy rica. Quiero abrir un paréntesis autocrítico para destacar el curro que se pegan nuestras mujeres mientras nosotros, primero corremos, luego comemos y después bebemos charlamos o reímos, ellas además de hacernos fotos y animarnos, luego atienden a la chiquillería. Aunque a ratos lo pasan bien, tenemos que intentar para próximas quedadas mezclarnos más con ellas y echarles un cable porque si no, no nos dejarán juntarnos y con razón.
Quiero abrir un paréntesis autocrítico para destacar el curro que se pegan nuestras mujeres mientras nosotros, primero corremos, luego comemos y después bebemos charlamos o reímos, ellas además de hacernos fotos y animarnos, luego atienden a la chiquillería. Aunque a ratos lo pasan bien, tenemos que intentar para próximas quedadas mezclarnos más con ellas y echarles un cable porque si no, no nos dejarán juntarnos y con razón.