Pues aquí andamos a martes ya y todavía sin terminar de digerir todas las emociones del Domingo.Aranjuez es una plaza importante, bueno no creo que sean las plazas más o menos importantes, depende de las ganas que tenga uno de arrimarse y en Aranjuez me dí un buen arrimón.
De primeras la idea era como casi siempre pegarme a Nacho y a tirar hasta donde aguantara, pero que diablos, la semana había sido divertida, calentita en el foro y supongo que todo influye en el estado de ánimo a la hora de correr una carrera. Total, que sí, salimos juntos pero en Aranjuez hay mucha gente, cuesta mucho seguir la estela y en uno de esos acelerones que se dan me vi delante y me dije, pues p’alante. Suponía que Nacho vendría a unos metros, pero yo tiré como un pollo sin cabeza, a tope, a intentar sacarlo todo desde el kilómetro uno. Y así fue, sufriendo desde el principio, intentando mantener el ritmo que a mí me parecía de locos, 4,35’’ 4,40’’ como así se demostró en el 6 más o menos que noté que bajé una miaja, pero bueno sabía que rápidamente llegarían los ánimos de la familia que estaban en el 8 y con ellos el empujón final. Pin pan, pin pan, un poquito más, aguanta aguanta, mantener mantener, solo mantener, tu puedes, va va, un empujón más Así, con el tajo como testigo y pisando charcos por los jardines de palacio me presenté en la cuestecilla del 9. Ya lo tengo, un esfuerzo más, con esos pensamientos típicos andaba cuando Nacho llega por detrás, me hace un gesto y me dice: vamos. Nos hermanamos y algo nos decía a ambos que no nos separaríamos, la verdad es que el último kilómetro fue precioso. ¿Cómo vas? Le pregunté. Bueno, voy… me contesta. Pin pan, pin pan poco a poco vamos cada vez más rápido, a mí no me sobra nada pero mantengo el tipo y me da la impresión de que Nacho va más fuerte.¿Apretamos y hacemos un marcón ….? Me pregunta Nacho. Bueno…., le contesto sin mucha fé, pero sin dar muestras de debilidad… Pero ojo, que hay dos rotondas y todavía queda mucho. Nacho hace un cambio muy fuerte y le sigo pero no aguantamos más de 200 metros, la recta se nos hace larga. Noto que baja el pistón y respiro, que alegría más grande, seguimos a un ritmo vivo, ahora templo yo un poco pero sin cambiar.. vamos muy juntos, sorteando corredores, pasando a todos, soplando, sufridisfrutando, se respira el ambiente de meta, la megafonía, los ánimos de la gente me los chupo todos, por fin llegamos a la última rotonda y se ve al fondo la meta, ahora sí una última aceleración, veo un claro y me voy por ahí, veo que nacho está a mi vera, siento sus pasos, no se de donde sacamos las fuerzas pero me veo fuerte esprintando llegando a tope en compañía de mi compañero de tantos y tantos entrenos. Bien. Gasias Nachete. Satisfacción, abrazos, alegría, paramos el crono en 47’ pelaos, menos de un minuto de mi mejor marca. ¡Ay el crono¡ dichoso crono. Emoción, fotos, el sudor cae por el rostro, el corazón vuelve a su calma…¡ puffff, como molan esos momentos.¡
Como mola también pasar el día con lo que ya es una familia. Comimos en Aranjuez en un restaurante a las afueras del pueblo un rico cordero y nos reímos mucho con las bromas y chanzas de unos con otros. Me gusta ese ambientillo con los niños correteando y algunos desmontando banderas del rte. Salimos ya de noche, después de tomar un ronsito, celebrar lo bueno y echando de menos a los paquetillos ausentes. Otro gran día, gasias fámilia.
Ya se que el post anterior del caballo blanco, era un poco exagerado, que quizá no sea para tanto y a día de hoy solo tendría que disfrutar de la bonita carrera, de la marca y tantas cosas buenas que tuvo el día que he intentado describir, pero no, me niego. Hubo cosas buenas y otras no tanto. No me gusta la ansiedad que produce salir a disputar una carrera a tope, no creo que sea saludable, no me gusta sufrir tanto en carrera, no me gusta ese punto de aceleración con que se queda el corazón después de una carrera de éstas. Y en general, creo que de algo que hago para estar más en forma y tener mejor estado de salud, se puede convertir en nocivo. Quizá yo sea un poco hipocondríaco o exagerado pero así lo veo. Lo que quiero decir, que 47 minutos, me parece un marcón para mí. Y ahí me paro. Ya se que no se puede decir de esta agua…. Pero por lo menos lo escribo para de vez en cuando leerlo y recordármelo.
Ésta temporada me quedan dos arrimones más, Getafe y Sevilla. A ver si nos acompaña la suerte y podemos salir como en Aranjuez, por la puerta grande y con la mano baja.
Ilusionados saludos.
47'01''
4'40''
4'35''
4'34''
4'44''
4'41''
4'58''
4'51''
4'43''
4'55''
4'15''
PM 167
Pmx 183
Son doce kilómetros con su picante pero muy agradecidos porque el final es en bajada y llaneando. Si has guardado un poquito puedes terminar con alegría, como así fue. Salimos Pronador, Angie y yo los últimos de un pelotón de 250 corredores, sin prisa en nuestro sitio, de charleta con proney que ponía un buen ritmito. Los primeros kilómetros son llaneando pero pronto empieza una subida dura de unos tres kilómetros que nos va poniendo a cada uno en nuestro sitio. Las primeras rampas las hacemos con proney, pero éste baja mucho el ritmo y nos anima a tirar p’adelante. Paramos un poquito, andamos unos metros, bebemos agua y Angie y yo le esperamos, seguimos, le esperamos, seguimos, seguimos, seguimos. Al final fue un acierto porque el hizo su carrera a su buen ritmito y sin agobios, y nosotros a partír de ahí hicimos una carrerita muy alegre recogiendo cadáveres y terminando fuertecillo, que tanto mola. 12 km a 5’38’’ y con muy buenas sensaciones, da gusto correr en compañía.
Mil gracias a los voluntarios, lugareños y alcalde de Patones, que fue felpado sin piedad en la recta de meta por angie y éste paquetillo..jijijiji.
Ilusionados dudosos maratonianos saludos.
Celebrábamos la vigésima edición de la cuesta del tirón, una carrera que ha ido tomando cuerpo año tras año convirtiéndose en un clásico de los pueblos de la zona norte. Es dura, o la hacemos dura, porque como siempre digo, las carreras las hacemos nosotros lo duras que queremos en función de lo que queramos apretar.
Estamos empezando el curso, además el domingo pasado me dio un pinchacillo en el abductor y el fisioterapeuta me recomendó estar toda la semana sin salir, quería acompañar a Esteban, con lo cual no tenía ganas de sufrir. A rodar, a trotar con los amigos. Y así fue, de principio a fin de charleta con unos y con otros. La carrera es durita y el amigo Esteban aguanto a su ritmo pin pam toma lacasitos sin desfallecer, lentos pero seguros. La llegada fue bonita, un buen grupito de paquetes y la chikillería escoltando al guerrero y entrando triunfal en la recta de meta vitoreado por el numeroso público que llenaba la tribuna. Emocionante, moló.
Duchita reponedora y al lio. Hacía tiempo que no nos juntábamos tanto paquete y claro, siempre hay ganas de tomar una cerveza entre risas y chanzas, comentar el pódium del amigo Carlos micra (tercero de su categoría) o Sofía la hija de Esteban que ganó su carrera. Es el momento de hacer real nuestra relación virtual, de mirarnos a la cara y sonreír entre ilusiones objetivos y roncitos. Comimos una carne de buey muy rica.
Quiero abrir un paréntesis autocrítico para destacar el curro que se pegan nuestras mujeres mientras nosotros, primero corremos, luego comemos y después bebemos charlamos o reímos, ellas además de hacernos fotos y animarnos, luego atienden a la chiquillería. Aunque a ratos lo pasan bien, tenemos que intentar para próximas quedadas mezclarnos más con ellas y echarles un cable porque si no, no nos dejarán juntarnos y con razón.
